Page 59 - Letra e Imagen 2021 WEB
P. 59

a         a




               La mirada también habla


               He aprendido, gracias a mi madre, a mirar siempre a los ojos a las
               personas. Ella tenía por ojos, dos faroles celestes que hablaban
               por sí solos, expresivos y atrevidos. También serenos y pasivos. Los
               míos son verdes y cuando está nublado se oscurecen.
               No puedo en este punto, dejar de ser auto-referencial, porque
               hace 10 años, por un ACV, perdí la capacidad de ver lo finito, re-
               conociendo sólo los colores. Esto me impidió clavar la mirada en
               otros ojos. Sin embargo, con mis otros sentidos agudizados, puedo
               percibir las miradas, esas especiales, esas cargadas de miedo, de
               dolor, de emoción, de alegría, de tristeza, de excitación, pero tam-
               bién de placer, de ternura, esa que contiene vivencias y esperanza.
               También adivino interrogantes.
               Luego, como hoy, estando todos temiendo a este virus endemo-
               niado, invisible y traidor, tapados con un barbijo que sirve de cui-
               dado y de aislamiento del otro, que teme como yo, que se queda
               encerrado como yo, en su casa, como yo. Pero de ninguna manera,
               la mayoría podemos “encerrar” nuestros sentires, nuestras añoran-
               zas, nuestras extrañezas, nuestros sueños.
               Todos estos pensamientos no permanecen encerrados. Al contra-
               rio, fluyen desenfrenados como un río tumultuoso, como un cami-
               no sin retorno.
               Por todo esto y mucho más, confieso que no puedo clavar la mira-
               da, bucear en lo profundo de otros ojos, pero puedo adivinar lo que
               quiere decirme esa mirada quieta y profunda. Puedo sentir en mi
               piel lo que quiere decirme, y hasta puedo responder algunos de sus
               interrogantes silenciosos, poniéndole voz a esa mirada profunda e
               inconfundible. Porque sin saberlo, me está mostrando su alma.


                                                              Dora Vitullo
               a                                                           a

                                          • 59 •
   54   55   56   57   58   59   60   61   62   63   64