Page 83 - Libro LEI 2020
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Mujer en la ventana
Como cualquier pueblo, mujeres vestidas las de luto
transitaban los rituales de la muerte y se habituaban al negro,
una vieja costumbre que sabían repetida en esos años de la
cruenta guerra civil. Así lloraban a los hombres de su familia
en un anochecer de palabras sin razón. Salvo Antonia, “la
colorada” como la llamaban por su crespa melena larga y
rojiza que heredara de su padre, también muerto en la
contienda.
Ella se quedó en la ventana, a la espera. Sus ojos grandes fijos
en la lejanía. Imaginaba ver a Paco caminando hacia sus
brazos y se mantenía firme sin aflojar un músculo de su cara
de piel alabastrina. Postura de estatua como una virgen de
iglesia. El carro que venía llegó frente a su puerta, alguien la
vio, bajó la cabeza sacándose la gorra y ella entendió.
Un bramido animal de dolor soltó Antonia por Paco, y el alma
se le fue del cuerpo.
Nadie lo cuenta en palabras, nadie la vio partir. Tomó el
legado de Paco, las armas para luchar, decidió que en la
batalla se cobraría lo perdido.
Nunca más volvió al pueblo aunque algunos dicen que cada
noche ven su roja melena y sus ojos fijos en el camino. Dejó
por siempre su imagen clavada en esa ventana.
Raquel Micheli
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