Page 109 - Libro LEI 2020
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La vida te lleva a lugares impensados…
Después de los veinte años vividos en España, se produce
mi regreso y con él, el deseo de volver a la casa que fuera
de mis padres. Ellos ya no están, tampoco se quien la
habita, he perdido el rastro de mi juventud, solo un
impulso me lleva hasta allí. No me animo a llamar, me
detengo enfrente, la observo como quien mira una
fotografía deslucida por el tiempo.
Cuando mis ojos comienzan a recorrer la fachada, veo en
el balcón de la planta alta a una mujer joven, brillando bajo
el sol del atardecer. La miro y me mira… Sus ojos azules se
reflejan en mí, su mirada tiene la profundidad del mar, el
ensueño de una mariposa. Me mira y la miro. Cierro los
ojos y pierdo su color. Lo busco en el cielo que me lo
recuerda.
Esta mujer tiene entonces un nombre, yo se lo pongo:
“Ana”. Era tan parecida a la que dejé hace años, cuando
hui a Europa, que no puedo pensar en otro nombre. Ana,
“mi Ana”, la que amé, la que abandoné, la que dejé
llorando un día cualquiera en busca de un destino mejor.
La joven del balcón es sin duda su copia perfecta, el color
de su pelo, el rojo de sus labios. Esta Ana sin duda es igual
a aquella. Se hace un nudo en mi garganta, las lágrimas
corren por mis mejillas, esa dulce criatura podía ser mi
hija, pero no me animo a golpear la puerta y huyo como ya
lo había hecho otra vez.
Inés Alonso
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